Con la incertidumbre de si Diego Costa va a llegar en condiciones al Mundial de Brasil, las dudas que ha mostrado el rendimiento de Villa, los altibajos de Torres… parece arriesgado no llevar a Brasil al delantero que mejor ha acabado la temporada, el ariete de la Juventus Fernando Llorente. Además de los goles que ha marcado el riojano en su primer año en el Calcio, Llorente posibilita opciones que la nómina de delanteros que lleva el seleccionador no tiene. No incluir en la lista definitiva a ningún ‘nueve’ me parece arriesgado, casi una temeridad; el fútbol está concebido para jugar con un delantero al uso, de los de siempre, un cabeceador, un killer.
España no tendrá ninguno. Lleva delanteros con movilidad, que entran por banda, que se desmarcan, que conectan con los centrocampistas en ese último pase, pero le falta un kamikaze que asuste a las defensas contrarias, que se eleve en un córner para rematar, que fije las posiciones de los centrales contrarios.
La sorpresa ha sido la convocatoria de Gerard Deulofeu, un jugador genial; atención al catalán, que puede ser uno de los grandes, tanto en el Barça como en la Selección, pero Deulofeu tampoco es un nueve, es otro jugador que entra al área con maestría.
Es en la delantera donde más dudas ofrece nuestra Selección. Llama la atención que el seleccionador dijera hace unos días que no ve la misma mirada en los jugadores que antes de ganar el Mundial, dejando entrever que quizá los jugadores se hayan cansado de ganar durante tanto tiempo; por eso sorprende más la ausencia de jugadores que sí pueden iluminar con su mirada a esta Selección que va a completar en esta Copa del Mundo un memorable ciclo. Es la despedida de muchos jugadores. La transición debe realizarse con tranquilidad y mesura; no es fácil ganar tanto en tan poco tiempo. Menos fácil será concebir el futuro sin triunfos.
Ojalá me equivoque, pero sigo pensando que a esta Selección le hace falta un delantero centro
La gran incógnita estriba en saber cómo va a jugar la Selección, el sistema, de cintura para arriba. En la Eurocopa de Ucrania y Polonia se consiguió la victoria con un sistema claro, sin una referencia ofensiva como tal; un centrocampista haciendo las labores de falso nueve -en ese caso fue Cesc Fàbregas. Es un sistema que ha dado buenos resultados a España, pero también pudimos contemplar los problemas que tuvo la Selección con esta metodología cuando jugó la Copa Confederaciones.
Ojalá me equivoque, pero sigo pensando que a esta Selección le hace falta un delantero centro, y que es un error dejar fuera a un delantero que acaba la temporada en racha goleadora y físicamente de una forma impecable, como Llorente. Son las decisiones del seleccionador que nos ha hecho Campeones del Mundo y de Europa, y sus razones tendrá; por eso hay que respetarlas, pero, lo digo por última vez, al fútbol se juega con un nueve, de siempre, de toda la vida.
© Antonio Muelas, 2014 { [email protected] }
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