No nos engañemos: uno de los grandes enemigos de la Selección española en los últimos tiempos están siendo los clásicos entre Real Madrid y Barcelona. Lo que para una amplia mayoría del mundo supone una fiesta del fútbol, para el seleccionador nacional Vicente del Bosque es sinónimo de preocupación.
Uno puede imaginar al seleccionador delante de la televisión con su habitual mueca, levantando un lado de su bigote y pensando: “solo fútbol, por favor”.
El último clásico no fue especialmente conflictivo, pero tuvo sus momentos tensos entre jugadores que dentro de menos de ochenta días convivirán en la búsqueda de un sueño común. No se trata de este último, ni tampoco del penúltimo disputado el 26 de octubre en el Camp Nou. Más bien es la acumulación de clásicos de una forma tan continuada lo que está generando tanto estrés y agotamiento entre los jugadores de un equipo y otro.
Afortunadamente ya no aparece en escena un tipo tan partidario del desequilibrio emocional como Mourinho; el portugués no es un ogro con chándal, pero su perfil nunca ayudó a la convivencia de los jugadores de los dos clubes más importantes de España. Tampoco fue el único culpable de que hubiera una época en la que cada vez que jugaban Madrid y Barça se sucedían todo tipo de conflictos; ayudaron también algunos jugadores. La condición humana, como en cualquier profesión: hay quien resbala, quien acierta o quien sobra.
Recogiendo todavía los rescoldos del último clásico disputado en el Bernabéu, nos preparamos para otro. Además se trata de una final, como en el año 2011: la Final de la Copa del Rey que se va a disputar en Mestalla el 16 de abril. Otro más, de nuevo Vicente suspira y como un padre bondadoso implora al cielo “que no se hagan daño, por Dios”.
Puede haber más clásicos, ambos equipos pueden cruzarse en las semifinales de la Champions e incluso puede suceder que a tres días de la concentración de la Selección, antes de viajar a América, se enfrenten en la Final de la Champions que se va a disputar el 24 de mayo en Lisboa.
No se trata de ser pesimistas o alarmistas; simplemente realistas. Las cosas han mejorado respecto a periodos no tan lejanos, en donde jugadores de ambos clubes llegaron incluso a dejar de hablarse entre ellos.
Aun así no pasa nada; aunque se peleen los muchachos, siempre estará Don Vicente para arreglar el asunto. No es un seleccionador al uso, es una ONG futbolística, un hombre que, además de entrenar magistralmente, cura heridas, pero me uno a ese pensamiento imaginario que le debe rondar la cabeza a nuestro apreciado seleccionador: “Muchachos: no os hagáis daño”.
© Antonio Muelas, 2014 { [email protected] }
Lo que tiene que hacer Del Bosque es ponerse serio ya de una vez con los internacionales, tanta pelea y tanta polémica. El que quiera ir a la selección que se comporte y el que no pues nada….