En ninguna parte de su bandera, ni en su escudo, hay nada de azul.
Tiene que ver con la formación de la nación italiana y el rey Víctor Manuel III, a mediados del siglo XX. Durante el gobierno del mismo la Selección italiana comenzó a participar en competiciones internacionales. En 1922 empezó a utilizar el azul, que era el color del estandarte de la casa real de Saboya, a la que pertenecía el rey.
Aunque su primer partido internacional, frente a la selección de Alemania, el 15 de mayo de 1910, lo jugó de blanco y con el escudo real.
Posteriormente ‘Il Duce’ quiso cambiar el azul por el negro, como parte de su propaganda, pero la Selección mantuvo el azul que los identifica.
Sin comentarios