Las dos últimas generaciones no han conocido el fútbol en el que los jugadores se entregaban al 100% en todos los partidos por sus colores. ‘Antes’ eso era algo incuestionable. No hacía falta motivar, no habían llegado los psicólogos de la mano de Benito Floro (no es un chiste, puedes mirar en Google).
Entonces el deporte no estaba tan mercantilizado; el fichaje de Cruyff supuso tal vez la sentencia de muerte del compromiso deportivo ante todo.
Los jugadores de aquella época no estaban pendientes solo y exclusivamente del dinero; antes que ‘profesionales’ eran deportistas. Defender una camiseta significaba todo.
Quizá en la ‘casa blanca’ el recuerdo más parecido y reciente de aquel fútbol sea la época como entrenador de Vicente del Bosque, arruinada por su actual presidente. Y seguramente por eso, lo que vimos esta semana contra el Bayern sea irrepetible.
Los jugadores de aquella época no estaban pendientes solo y exclusivamente del dinero; antes que ‘profesionales’ eran deportistas. Defender una camiseta significaba todo.
Lo que hizo vencer a los blancos el otro día no fue su superior condición física, como tanto se ha comentado. Si esa fuese la clave, vencerían en todos los partidos. Ni tampoco las consignas tácticas. Lo que marcó la diferencia fue la atención, concentración, intensidad y entrega de todos los jugadores del Real Madrid en cada minuto del partido, justo como sucedía hace décadas.
Ya no existen jugadores como Neeskens o Raúl. El más parecido, Puyol, dejará el FC Barcelona este año.
Pedro Martínez, León.
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