Ha sido el portero del equipo que hasta la saciedad se ha denominado ‘el mejor de todos los tiempos’, del Barça que revolucionó la historia del fútbol y consiguió todos los títulos. Y justo en el puesto más llamativo y escandaloso.
En cualesquiera otras circunstancias, Víctor Valdés habría sido considerado el mejor portero del mundo, pero exactamente diez años antes que él, el mismo día, en la Selección española debutó Iker Casillas, que, a lo largo de toda su carrera, ha eclipsado al resto de porteros.
Valdés ha sido en los últimos años la sombra fiel de Casillas, el reserva de superlujo con el que contaba el banquillo. Probablemente a la altura del titular en muchos momentos, pero sin el liderazgo que el portero madrileño aporta a la Selección como valor añadido. Simplemente, el destino no se lo ha concedido…
La calidad de Víctor es tal que incluso se permitió renunciar a seguir en su club de toda la vida y en el que todo lo ha ganado, seguro, creía, de poder elegir su destino: ¿Qué equipo no querría tener a Valdés como portero?
Su última temporada en el Barça coincidía con la antesala del Mundial de Brasil, en el que también sería la indiscutible alternativa a Iker.
Sin embargo, en el fútbol, como en la vida, todo cambia en un instante imprevisto; un estúpido mal tropiezo puede dar al traste con todos los sueños.
Víctor no va a acabar su última temporada en el Barça tal y como esperaba. Ni tampoco acudirá al Mundial…, y todo por un mal apoyo…
Cada día los jugadores y los equipos se preparan lo mejor que pueden, para intentar regatear al destino y conseguir que las cosas salgan como uno quiere. Pero eso es solo un espejismo. Así es el fútbol, y así es la vida: una completa incertidumbre que nos negamos a reconocer, por puro miedo.
Por eso, cuando ayer vimos llorar a Valdés, quisimos pensar que era de dolor. Para no pensar que era de miedo. Las grandes estrellas son finalmente tan frágiles como cualquier otro ser humano. Todos los ídolos tienen pies de barro.
Más allá de eso, hoy es un día para el reconocimiento, la admiración y el ánimo a uno de los porteros más grandes del mundo.
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