Mundial de México 1986. España contra Brasil. Unos cuantos millones de trasnochadores españoles pegados a la pantalla de la tele. Córner; saca Víctor en largo, Maceda la toca de cabeza, Míchel en la frontal la detiene con el pecho y de bolea la envía a la escuadra derecha: GOOOL , GOOOL…, pero no, el árbitro no pita. ¡Si ha botado dentro…!, ¡pero bueno…! ¡Árbitro hijo de p…!
Final del partido, 1-0 para Brasil y los desvelados españoles con cara de tonto. Al día siguiente ríos de tinta, titulares, tertulias de bar, “Pero si estaba clarísimo, si botó dentro un palmo…”, “Nos han robado, como siempre…”, y mientras la FIFA callando ‘como siempre’.
Ese fue el famoso gol fantasma de Míchel. Un gol, el fantasma, que en el Mundial de Brasil va a pasar a la historia, ya que la FIFA quiere evitar las polémicas generadas por este tipo de goles, algunos tan claros y clamorosos como el que Frank Lampard marcó el 27 de junio de 2010 en el partido que Inglaterra disputó contra Alemania en el Mundial de Sudáfrica. Para ello va a implantar un sistema de alta tecnología que evite suspicacias y polémicas.
Última tecnología para evitar polémicas
En el Mundial de Brasil, por fin la FIFA va a utilizar las últimas tecnologías para ayudar a los árbitros en su difícil tarea. Cada portería estará vigilada por catorce cámaras ubicadas en el techo de los doce estadios mundialistas. Será desde ese punto estratégico desde donde se controlará si el balón ha traspasado totalmente la línea de gol o no. Ya no habrá posibilidad de equívoco.
En otros deportes ya se utilizan las imágenes de televisión para analizar las jugadas polémicas, pero el problema es que hay que para el juego. Eso es lo que la FIFA pretende eliminar con este sistema, que no sea necesario detener el partido, sino que cuando ocurra este tipo de jugadas, desde esas catorce cámaras se lanzará una señal directamente al reloj que el colegiado lleva durante el partido; así no tendrá más que mirar el cronómetro, y allí aparecerá la palabra “Goal” o “No goal”.
El gol fantasma más famoso
El gol fantasma más famoso fue el que le marcó Hurst a Alemania (en aquella época República Federal Alemana) en la final de la Copa del Mundo de 1966. El partido había llegado empatado al tiempo reglamentario y se jugaba la primera parte de la prórroga. Era el minuto 101; Ball corre por la banda derecha y consigue sacar un centro al área, donde Hurst controla el balón y a la media vuelta dispara contra la meta defendida por Tilkowski. El balón da en el larguero, bota y sale despedido en dirección contraria a la portería.
Confusión total, el árbitro consulta con el juez de línea, que lo tiene clarísimo: es gol. Se había conseguido el gol fantasma más famoso de todos los tiempos y que probablemente valió un Mundial para Inglaterra.
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