Benzema evitó en las postrimerías del partido un tropiezo del Real Madrid en tierras búlgaras. El Ludogorets resultó un equipo peleón, que fue capaz de resistir a un gris Campeón de Europa. No fue la noche del Real Madrid; hasta Cristiano Ronaldo falló un penalti.
El Ludogorets salió con mucho empuje, fruto del cual consiguió su gol en una acción a balón parado: lanzamiento de córner que un jugador búlgaro peina en el primer palo para que, entrando desde atrás en el segundo, Marcelinho empuje al fondo de la portería.
El Real Madrid tocado tuvo la ocasión de empatar poco después de penalti, pero el meta Stoyanov adivinó la intención del luso.
En el minuto 25 nuevo penalti que, esta vez sí, Cristiano envió al fondo de la portería búlgara; empate a uno y aún mucho partido por delante para acabar con los búlgaros.
Sin embargo, durante el resto del partido el Real Madrid siguió gris y anodino. Cuando los búlgaros a base de empuje, ilusión y trabajo empezaban a poner en apuros a Casillas, Benzema consiguió el gol de la victoria al rematar un centro de Marcelo desde la izquierda.
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