El choque entre Alemania y Portugal generaba una expectación que a la postre duró lo que un caramelo en la puerta de un colegio; Alemania fue un rodillo en todos los aspectos, esclareciendo lo sobrevalorado que está el equipo portugués que, quitando a los tres jugadores madridistas, demostró ser un equipo bastante vulgar, con jugadores que están de vuelta en el fútbol. En realidad, ni siquiera hubo partido; de hecho, Alemania en la segunda parte levantó claramente el pie del acelerador y dejó en un 4-0 lo que podría haber acabado en una masacre en forma de goles.
Lo más preocupante para Portugal no es la derrota en sí, ni su escaso juego; son más importantes la expulsión de Pepe, la lesión de Fabio Coenträo, o la baja forma de Cristiano Ronaldo. Por todos estos motivos creo que hay razones fundamentadas para pensar que Portugal puede quedarse fuera de los octavos de final.
Mucho más igualado y emocionante estuvo el encuentro entre Ghana y Estados Unidos, que al final se decantó por parte de los americanos por estar un escalón por encima en cuanto a competitividad se refiere. Aun habiendo perdido, los ghaneses deben estar satisfechos de su equipo porque lucharon hasta el final, dejaron muy buenas sensaciones en el campo y desplegaron un juego colectivo de mucho toque de balón y de gran calidad.
Por otra parte, la victoria de Estados Unidos tiene mucho mérito; primero, por lo complicado que lo puso Ghana, y después, por la intensidad competitiva que mantuvo el equipo durante los 90 minutos. Si al carácter competitivo de los americanos le sumamos el gen ganador de su maravilloso técnico Jurgen Klinsmann, el resultado es el que pudimos ver ayer: un rival muy incómodo, cuya capacidad de rendición es nula.
Hasta ahora todo el fútbol mostrado en este Mundial había sido de un nivel muy alto. Dicen que la excepción confirma la regla, y esto fue lo que ocurrió entre Irán y Nigeria. Un partido de encefalograma plano en el que apenas hubo fútbol y desde el principio estaba escrito en el planteamiento de los dos equipos que iba a concluir con un rosco en ambos lados del marcador.
Jose Rodríguez
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