La Selección española de fútbol ha vivido recientemente un lustro dorado que jamás ningún aficionado hubiera soñado:
Dos veces Campeona de Europa y una Campeona del Mundo.
Haber llegado a lo más alto hace que las expectativas de los aficionados sean ahora siempre las máximas.
Antonio Muelas, narrador de la Selección española en RNE, te trae en exclusiva el análisis más apasionado de la Roja: competiciones oficiales, partidos amistosos, nuevos jugadores…
{ La furia roja, La Roja }
Si compusiéramos una lista de cien motivos por los cuales La Roja debería revalidar el título de Campeones del mundo, todos y cada uno de ellos serían justos y lícitos, pero hay uno en concreto que a su vez multiplica por cien a todos los demás: Luis Aragonés, el padre de esta maravillosa criatura que es la Selección española actual, merece un homenaje póstumo acorde a las circunstancias, y a buen seguro que el equipo al completo lo tendrá presente en su motivación para culminar la obra maestra más grande en la historia del fútbol.
Vicente del Bosque y su cuerpo técnico sabrán optimizar en todo momento todos y cada uno de los pasos a seguir; si en algo es especialista el seleccionador es en marcar los tiempos sin sobresalir, sin aspavientos, de forma natural...
La clasificación al Mundial fue correcta. Después de concluir con victorias los tres primeros partidos, el equipo estuvo algo dubitativo frente a Francia en el Vicente Calderón y frente a Finlandia en el Molinón, donde obtuvo sendos empates, pero después resolvió con absoluta autoridad el pase en el resto de partidos, destacando la victoria en el Parque de los Príncipes contra Francia.
Sería injusto destacar a algún jugador por encima de otro porque el secreto de La Roja es su polifonía, lo que se entiende por Equipo con mayúsculas. A pesar de esto resulta complicado no sensibilizarse con Iker Casillas (el santo capitán), Xabi Alonso (el analista), Xavi Hernández (el cerebro), o Andrés Iniesta (el mago con ángel).