Nos hicieron a mano y a medida, para calzar a uno de los mejores futbolistas del mundo. Jugar a los pies de Andrés, que es como se llama nuestro primer dueño, representaba todo un lujo.
Ni en el mejor de nuestros sueños podríamos haber creído que, con él, meteríamos aquel gol histórico. ¡Cómo lo recordamos…! Era una semifinal de la Copa de Europa contra el Chelsea. Nuestro equipo, el Barça, no consiguió llegar a la puerta contraria en todo el partido. Claro, tú ya conoces el milagro: en el minuto 93… todavía no podemos creerlo: ¡Con nosotras consiguió Iniesta aquel increíble prodigio! Aún oímos el grito de millones de personas… nunca un gol había sido tan celebrado por nuestro equipo.
Desde luego que podemos estar orgullosas de nuestra historia que, por cierto, tiene una segunda parte:
Un día del año 2009 Andrés recibió una camiseta para ser firmada y sortearla, con el propósito de recaudar fondos para el tratamiento de un niño gravemente enfermo. Fue entonces cuando renunció a nuestro cuerpo y se quedó con parte de nuestra alma en su recuerdo: nos regaló a aquel niño, y así cambiamos de dueño.
Javier, nuestro segundo propietario, con apenas seis años, también sabía que el valor está en el alma y no en el cuerpo. Aquel regalo sólo pasaría un breve tiempo entre sus manos.
Se organizó un sorteo, pero ‘las botas de Iniesta’ no tocaron a nadie. La familia de Javier nos ofreció de nuevo a nuestro primer dueño, al genial futbolista, la extraordinaria persona, que insistió en que pertenecíamos al niño.
Así fue como un año más tarde se organizó una subasta. Javier consiguió el dinero que necesitaba para su tratamiento, y ahora todos pueden vernos en un museo de Verdú, un pueblo de Catalunya.
Hemos oído que Andrés consiguió, el verano de 2010, el gol más importante de la historia del fútbol de España, el que hizo que la Selección fuera por primera vez Campeona del Mundo. Sin duda, una muestra de justicia.
Ahora ya no somos sólo las botas de Iniesta. Tampoco somos las botas de Javier. Como Andrés y Javier saben, lo importante está en el alma, y ahora somos para siempre las botas de la amistad, las botas de todos.
FÚTBOLSELECCIÓN no publica comentarios ofensivos ni de mal gusto.