En la historia de los Mundiales ocurren hechos que se graban por derecho propio en la memoria colectiva de los aficionados al fútbol. Lo extraño es que haya un partido con varios de esos hechos tan destacados que el propio encuentro pasa a los anales de la Copa del Mundo como uno de los más grandes.
Eso es lo que ocurrió en el Argentina-Inglaterra de México 1986, el partido de la mano de dios, pero también el partido del mejor gol de la historia de los Mundiales.
En ambas acciones un mismo protagonista, Diego Armando Maradona, el Pelusa, el barrilete cósmico, el Pibe de Oro, uno de los más grandes futbolistas de todos los tiempos, de esos que siempre quedan en el recuerdo de cualquier aficionado, de los que terminan en frases como “yo vi jugar a Maradona”.
Eran los cuartos de final del Mundial de México. Argentina se enfrentaba a Inglaterra con el fantasma de la Guerra de las Malvinas sentado en la grada; era mucho más que un partido de fútbol, mucho más que unos cuartos de final del Mundial.
En el minuto 51, con empate a cero en el marcador, Maradona coge el balón en el centro del campo y avanza decidido hacia la portería inglesa, intenta hacer una pared con un compañero, pero Hodge se interpone, el rebote se dirige bombeado hacia la portería de Shilton, que ve impotente como Maradona, que seguía atento la jugada marca gol descaradamente con la mano. Una imagen que dio la vuelta al mundo, una frase que quedó para la historia: «yo no la toqué, fue la mano de dios«.
Pero lo mejor estaba aún por llegar. Maradona no iba a marcar un gol, iba a marcar el gol, el ‘Gol del Siglo’. Tan sólo cuatro minutos después de haber marcado con la mano, Maradona recoge el balón en el centro del campo y, uno tras otro, regatea a todos los jugadores ingleses que le salen al paso, para marcar el mejor gol de la historia de los Mundiales.
Aquel gol en palabras de otro genio, Víctor Hugo Morales sonó así:
“La va a tocar para Diego, ahí la tiene Maradona, lo marcan dos, pisa la pelota Maradona, arranca por la derecha el genio del fútbol mundial, deja el tendal y va a tocar para Burruchaga… ¡Siempre Maradona! ¡Genio! ¡Genio! ¡Genio! Ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta… Goool… Goool… ¡Quiero llorar! ¡Dios Santo, viva el fútbol! ¡Golaaazooo! ¡Diegoool! ¡Maradona! Es para llorar, perdónenme… Maradona, en una corrida memorable, en la jugada de todos los tiempos… Barrilete cósmico… ¿De qué planeta viniste para dejar en el camino a tanto inglés, para que el país sea un puño apretado gritando por Argentina? Argentina 2 – Inglaterra 0. ¡Diego, Diego!, Diego Armando Maradona… Gracias Dios, por el fútbol, por Maradona, por estas lágrimas, por este Argentina 2 – Inglaterra 0”.
El partido terminó 2-1 favorable a Argentina, que pasaba a semifinales. Sin embargo, aquel partido no pasó a la historia por eso, sino por los dos goles que Diego Armando Maradona consiguió en sólo cinco minutos.
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