Para muchos aficionados al fútbol, el nombre de Josep Iborra no les dirá nada. Incluso para muchos aficionados al F.C. Barcelona será un nombre sin ningún significado, pero los buenos seguidores del Barça seguro que saben que Iborra fue uno de los míticos jugadores que realizaron aquella gira por México y Estados Unidos, tan importante para la continuidad del club tras la Guerra Civil.

Algunos de aquellos futbolistas, como le pasó a Iborra, nunca volverían a España; él mismo decía “me fui allí para cuatro semanas y he pasado 65 años”. Su carrera deportiva la desarrolló fundamentalmente en el Puebla, donde jugó varias temporadas.

Se da el caso de que Pepe Iborra fue cónsul de España en México. Un día, concretamente el 20 de agosto de 1940, se encontraba en la ciudad de Coyoacán, una de las zonas del Distrito Federal de Ciudad de México; había quedado a comer con un conocido de Cataluña; después de la comida y justo antes del café, su amigo se levantó presuroso: “Pepe, me voy que tengo que hacer una cosa muy importante…”. Aquel amigo era Ramón Mercader, y la cosa tan importante que tenía que hacer con tanta prisa era asesinar nada más y nada menos que a León Trotsky, el ideólogo comunista que fue una de las figuras claves en la Revolución Rusa de 1917.

Ahora, cuando juegues al Trivial y en el quesito amarillo te salga la clásica pregunta ‘¿Quién mató a León Trotsky con un piolet?’, ya sabes que fue Ramón Mercader, y que ese día había quedado a comer con Pepe Iborra exjugador del Barça.

En su carrera deportiva, Iborra, que era portero, jugó únicamente unos cuantos partidos en el F.C. Barcelona; la Guerra Civil se interpuso en su carrera en Europa. Sin embargo su figura y la del resto de jugadores que realizaron aquella gira americana fue capital para la continuidad del Barça tras la contienda. Así se lo reconoció el club, y con motivo del Centenario del F.C. Barcelona encabezó la marcha de deportistas de la década de los años 30.