España. Un colegio cualquiera durante la segunda mitad de los años 80. Como en todos los colegios, en el recreo se jugaba al fútbol: un montón de chavales detrás de un balón, sin tácticas ni estrategias, pero, eso sí, con reglas no escritas que eran más importantes que las que marcaba la FIFA. El recreo era corto; cuando los partidos estaban empatados y faltaban cinco minutos para volver a clase, alguien decía la frase mágica ‘el que mete gana’ y en esos cinco minutos se decidía el ganador de ese día. Al siguiente, tres cuartos de lo mismo…
No se sabe si alguna cabeza pensante de la FIFA iría a la EGB (igual ni siquiera eso…), pero lo cierto es que el famoso gol de oro que se empezó a utilizar a mediados de los noventa no era más que eso de que ‘el que mete gana’, pero llevado al extremo, ya que con el gol de oro se ganaban y perdían algo más que partidos de recreo; se dilucidó, por ejemplo, el ganador de la Eurocopa de 1996.
Explicado técnicamente, el gol de oro es un método que se instauró para determinar quién era el ganador de un partido que terminaba empatado en el tiempo reglamentario. Se iniciaba la prórroga, y cuando uno de los dos equipos marcaba un gol, el partido se daba por terminado, saliendo victorioso el equipo que lo había marcado.
La primera vez que se utilizó fue en la Eurocopa de 1996. Oliver Bierhoff marcó el gol de oro que daba a Alemania la victoria en la final frente al gran equipo de la República Checa, que había realizado un campeonato notable. En el Mundial de fútbol se utilizó por primera vez en octavos de final del Mundial de Francia de 1998, en un partido entre los ‘bleus’ y Paraguay.
Supuestamente el objetivo que la FIFA pretendía conseguir con el gol de oro era favorecer el juego de ataque, pero lo cierto es que parecía más una forma de acabar los partidos por la vía rápida, sin tener que llegar a los penaltis. En cualquier caso fue una norma muy criticada que pasó a la historia en el 2004.
También gol de plata
En un intento de la FIFA para mejorar el gol de oro, se planteó el llamado gol de plata, que consistía en que si un equipo terminaba con ventaja la primera parte de la prórroga, resultaba ganador del partido sin necesidad de jugar la segunda parte. Con este ajuste, el partido no terminaba fulminantemente cuando se conseguía un gol, dando posibilidad al equipo contrario de remontar. Si después de la primera parte de la prórroga el partido seguía empatado, se jugaba la segunda parte, y si se mantenía el empate se iba a la clásica tanda de penaltis.
Igual que el gol de oro, el gol de plata pasó a la historia también en 2004. El último que anotó este tipo de gol fue el griego Dellas en la semifinal de la Eurocopa de 2004, también frente a la República Checa.
FÚTBOLSELECCIÓN no publica comentarios ofensivos ni de mal gusto.