{ ABRIL– SEMANA 2 } Es una realidad patente que el fútbol español goza de una salud envidiable, sobre todo en el aspecto diferencial que lo ha hecho muy superior a todos los demás: el centro del campo.
Las nuevas generaciones en la posición de centrocampista vienen pisando con mucha fuerza, y alguno de ellos ya son una auténtica realidad. Este es el caso de Jorge Resurreción, más conocido como Koke.
El joven jugador del Atlético de Madrid está firmando una temporada brillante. Es muy regular. Dadas las altas exigencias del Cholo Simeone, no es fácil ser un fijo en los equipos titulares del entrenador argentino. El jugador de Vallecas no sólo es fijo, sino que supone una pieza básica y fundamental en el entramado táctico de los colchoneros.
Es versátil y polivalente. A veces, cuando un jugador puede desempeñar varios papeles en el campo, difumina sus mejores cualidades y hace que no rinda a su máximo nivel. Este no es el caso de Koke. Se adapta tanto a la posición de mediocentro como a la de interior, e incluso a la de tricuartista dando el máximo de sí y sin bajar un solo ápice su rendimiento. Podríamos decir que es un centrocampista total.
Técnicamente es exquisito, y aquí es donde se encuentra el salto cualitativo del madrileño. Posee en su pie derecho un avanzado bisturí, que le permite ser absolutamente determinante en un partido; bien lo saben David Villa o Diego Costa.
Y por si fuera poco aparece en los momentos cruciales y decisivos, como en el partido contra el Barcelona en la Champions, donde marcó el gol que a la postre supuso la clasificación de los rojiblancos para semifinales de la máxima competición europea.
El presente y futuro cercano de Koke son alentadores. Está absolutamente preparado para ser un activo importante en Brasil. A altura física, técnica y mental a la que está acabando la temporada, hace pensar que tiene muchas papeletas para iniciar los partidos de la Selección como titular, y es mucho decir, dado el nombre y la historia reciente de los jugadores que ocupan su posición en el campo.
Estas dudas se despejarán en la recta final de infarto que vamos a vivir en el ocaso de la temporada, que se prevé emocionante como nunca.
En estas semanas que restan de competición, más el Mundial, Koke tiene ante sí la posibilidad de cruzar una puerta que muy pocos han logrado traspasar, la puerta que diferencia a un buen futbolista, a un elegido.
Jose Rodríguez
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