{ ABRIL– SEMANA 3 } No siempre el jugador de la semana tiene que ser alguien que haya tenido una actuación destacada respecto a los demás. Sobre todo, cuando en esta jornada el grueso de los futbolistas ha estado bastante igualado y, además, cuando el elegido en este caso es un chico que no suele estar en lo más alto y que su fútbol pasa en muchos casos desapercibido.
Gabi no es un jugador que acostumbre a hacer florituras ni tampoco a marcar muchos goles; esta temporada tan sólo ha conseguido tres. Pero en los 51 partidos que acumulan sus piernas la presente campaña con el Atlético de Madrid, a lo que sí tiene acostumbrados a los aficionados colchoneros su capitán es a llevar por bandera la ya mítica consigna del Cholo Simeone de ir “partido a partido”.
Representa la serenidad en el fervor generado alrededor del equipo rojiblanco. Lleva hasta los límites la filosofía de juego, la táctica y las estrategias de su entrenador. Mantiene la regularidad frente a los altibajos de los demás. Y desprende espíritu colchonero por los cuatro costados.
En este último mes donde parece que el Atlético de Madrid está sacando los partidos con mucha menos solvencia que con anterioridad, y en los que está teniendo bastantes problemas para sumar de tres en tres, Gabi es ese jugador que siempre aporta un plus para desatascar situaciones que, de no ser por futbolistas como él, seguro que tendrían otras consecuencias.
Esta semana no marcó frente al Elche, pero desde el subfútbol fue el jugador más importante en la resolución de un partido que se le puso muy complicado a los del Manzanares.
Dicen que para presumir hay que sufrir, y en este caso Gabi puede presumir de su rol y de su estatus en el Atlético de Madrid, porque sabe lo que es sufrir, puesto que su posición actual no es fruto de la casualidad. Después de militar dos temporadas en el primer equipo del Atlético tras llegar del filial, tuvo que irse en la temporada 2007-2008 cuatro años al Zaragoza para que en su casa le empezaran a valorar en su justa medida. Desde ahí hasta hoy, que es todo un capitán de uno de los mejores equipos del mundo y una de las piezas clave para la figura de su entrenador.
Actualmente es de esos futbolistas que sufre la maldición de la proliferación de centrocampistas en el fútbol español y por eso, probablemente, no podremos verle vestido con la roja. En ningún caso esto quiere decir que no merezca ser internacional, ni que no esté a la altura de otros compañeros que sí lo son.
Seguro que si Vicente del Bosque le convocara para el Mundial estaría muy tranquilo y muy seguro con su presencia en el equipo.
Jose Rodríguez
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