Qué duelo tan diametralmente opuesto, qué estilos futbolísticos tan dispares, pero qué pasión tan desbordante representan ambos.

Barça y Atlético protagonizan el mejor enfrentamiento de la eliminatoria de los cuartos de final de la Champions League. Simeone y Martino, ambos argentinos, han conseguido modelar a su manera sus equipos. Más difícil el Cholo, con una plantilla más limitada y un presupuesto muy inferior. No menos mérito del Tata que, aunque dispone posiblemente del mejor equipo del mundo, todavía tiene que luchar con el espíritu que Pep Guardiola ha dejado presente en el Camp Nou; la magnánima obra de arte futbolística que creó el actual entrenador del Bayern representa el peor enemigo del inquilino del banquillo del Barça. Aun así, Martino, inasequible al desaliento y habiendo sabido encajar con una inusual elegancia los golpes de un sector que nunca le aceptó, llega a la fase definitiva de la temporada con opciones de ganar los tres títulos.

Las claves de la eliminatoria pasan por la fidelidad de ambos entrenadores a sus estilos, y la aparición de las estrellas de ambas formaciones, es decir, Leo Messi y Diego Costa.

El hispano-brasileño es un ‘caníbal’ del área, un kamikaze del gol, un delantero brutal; en espacio corto agranda el fútbol y, con un estilo poco ortodoxo, acaba convirtiendo lo poco estético en algo inmensamente bello.

La grandeza de Messi está ya esculpida con letras de oro en el fútbol; es la historia en presente; es como estar viendo a diario la película que verán nuestros nietos cuando oigan hablar del mejor jugador del mundo, el que marcó una época al inicio del milenio. Si Messi aparece, las posibilidades del Atlético quedarán reducidas a un heroísmo que en fútbol suele ser sinónimo de lotería y minimiza las virtudes de un gran equipo. Simeone es consciente de ello y tratará de plantear en la ida en el Camp Nou un partido tosco, duro, táctico; tapar las vías de creación de los jugadores blaugranas, cortar sus vías de respiración.

No sabemos si el Barça conseguirá su objetivo, pero sí sabemos que para conseguir el pase a las semifinales de la Champions tendrá que sudar, necesitará un partido sin errores, sin fisuras, casi perfecto, porque enfrente va a tener a un equipo que saldrá en formación, como cuando los indios ‘Sioux’ afrontaban una lucha por su supervivencia en el Viejo Oeste.

Será una eliminatoria de detalles. Mi percepción es que si el Atlético marca en el Camp Nou, puede tener muchas posibilidades de dar un vuelco a las apuestas que ven al Barça claramente ganador. El equipo de Simeone merece el mayor de los respetos, se ha ganado llegar a esta eliminatoria con la misma vitola de favorito que su oponente. Por eso atisbo una eliminatoria igualada, emocionante, futbolera, con dos equipos que abrazan el fútbol total.

© Antonio Muelas, 2014 { [email protected] }