La cachaça es sin duda la bebida brasileña por excelencia. Se obtiene de la destilación de la caña de azúcar, por eso tiene ese sabor dulzón tan característico.

La cachaça posee una alta graduación alcohólica, por lo que suele tomarse mezclada con otras bebidas. Si hablamos de cachaça y de mezclarla, tenemos que hablar de la caipirinha, el cocktail brasileño más famoso. Se hace mezclando cachaça, lima, azúcar, mucho hielo y algunas hierbas aromáticas como la menta.

En Brasil puedes encontrar infinidad de marcas de cachaça, unas mejores que otras, pero no te puedes ir de allí sin probar la cachaça artesanal; se fabrica en todo Brasil por pequeños productores, de entre los que destacan los del estado de Minas Gerais, Paraty (en Río de Janeiro) y también Sao Paulo, en la ciudad de Pirassununga.

Así que si este verano vas a Brasil aprovechando la participación de España en el Mundial, no te olvides de probar la cachaça, ya sea sola o en caipirinha. Eso sí, lleva cuidado porque, como todas las bebidas con ese toque dulzón, entra con mucha alegría y se sube pronto a la cabeza…