Brasil hizo pagar una cara factura a la Selección. Aquella infausta tarde de Salvador de Bahía en donde los holandeses abrieron en canal a la que era Campeona del Mundo dejó sin rumbo y a la deriva a un equipo que hasta ese momento tenía las ideas claras.
Tres meses después los fantasmas de lo que vimos en el Mundial siguen atormentando a los principales protagonistas, comenzando por el capitán Iker Casillas y finalizando por el seleccionador Vicente del Bosque, un hombre cualificado para tratar de remontar el vuelo de aquella Selección a la que ‘el marqués’ hizo ganar un Mundial y una Eurocopa y de la que por el momento no se ve rastro.
La Selección sigue empeñada en practicar un fútbol excesivamente horizontal. Tocar el balón está muy bien, siempre y cuando haya un fin que sea la búsqueda de la portería rival. Dicho de otra forma: no puedes habitar en los alrededores de la frontal del área sin disparar a portería y pasando el balón de una forma continuada carente de profundidad.
Pero tampoco nos pongamos dramáticos; a esta Selección le pueden faltar cosas, pero está consolidada, tanto en su estilo como en el perfil de sus integrantes.
Vamos a pensar que los errores defensivos son coyunturales y serán corregidos, y que llegarán los goles de Diego Costa. Admitimos que España tiene problemas, que está atravesando por turbulencias y acusando los efectos secundarios de una eliminación traumática del Mundial, pero también es cierto que hace cuatro meses esta Selección seguía siendo la mejor y que no se puede finiquitarla con tanta facilidad.
Seguimos teniendo el mejor seleccionador posible, el modelo Del Bosque no está agotado ni mucho menos. Esta Selección le necesita. Después de la Eurocopa de Francia 2016 llegará el recambio, el momento del relevo; hasta ese momento dejemos trabajar en paz a quien trajo la primera y única Copa del Mundo a nuestro país.
© Antonio Muelas, 2014 { [email protected] }
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