A priori los ingleses cuentan con el campeonato doméstico más competitivo del mundo, pero, a diferencia del fútbol español, esto no se traslada al plano de la Selección…
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A priori los ingleses cuentan con el campeonato doméstico más competitivo del mundo, pero, a diferencia del fútbol español, esto no se traslada al plano de la Selección.
Ya son muchos los intentos fallidos de lograr éxitos en citas mundialistas, y esta no se presagia distinta, a pesar de que en la fase de clasificación no perdieron un solo partido y únicamente se dejaron cuatro empates por el camino.
El entrenador es el veterano extécnico del Liverpool Roy Hogdson. Tiene una papeleta difícil, ya que debe armar un equipo muy jóven para el Mundial, con la inestimable ayuda de los ilustres veteranos y señoriales Frank Lampar y Steeven Gerrard.
Casi todas sus opciones pasan por la potencia de Waine Rooney y, si las lesiones se lo permiten, con el extraordinario talento de Jack Wilshere.
El mal histórico de esta Selección ha sido siempre la portería, que esta vez, como no podía ser de otra manera, sigue ofreciendo dudas en la persona de Joe Hart.
Deberían aspirar al menos a optar por los cuartos de final, pero a buen seguro que no les resultará sencillo.
