Si de algo hay excedente en la literatura futbolística es en cuanto a los clásicos se refiere. Poco más hay que añadir y nada más que inventar.
El mundo del fútbol vive de los típicos tópicos superficiales y, como no podía ser de otra manera, los clásicos no son una excepción. Cada vez que se acerca la fecha de alguno de estos partidos, siempre se suele sacar recurrir al tópico de que “este es el clásico del siglo”.
Yo no sé si en esta ocasión se cumplirá la eterna profecía, pero de lo que sí estoy seguro es de que tanto Real Madrid como Barça llegan muy igualados.
Hoy será una prueba de fuego para ambos porque, a pesar de todo lo que se diga, aún tienen muchas cosas que demostrar. Si bien es cierto que los chicos de Luis Enrique no conocen la derrota en Liga, tampoco acaban de transmitir buenas sensaciones en el campo; hasta ahora, en Liga no han tenido un equipo que les haya generado demasiadas dificultades. El único examen de nivel al que se han presentado esta campaña ha sido el encuentro que perdieron frente al PSG y en el que quedaron al descubierto las debilidades de un equipo que a estas alturas aún sigue sufriendo el síndrome Guardiola. Pero no debemos olvidar que es el Barça, y da igual cualquier precedente; el partido de hoy es otra competición diferente.
En los últimos enfrentamientos los culés siempre han tenido mucho más claras las ideas y las alineaciones; apenas nos sorprendían los onces iniciales y los cambios del Barcelona. Por su parte, el Real Madrid siempre buscaba el efecto sorpresa con algún cambio significativo de última hora. Es posible que hoy se dé el caso a la inversa. Creo que Ancelotti tiene desde hace tiempo muy claras las ideas y salvo algún pequeño reajuste en pelota parada y jugadas de estrategia, a nadie le sorprenderá el equipo que ponga en liza el técnico transalpino. Es Luis Enrique el que con la recuperación de Busquets, el regreso de Luis Suárez y la baja forma de Piqué tiene más dudas para plantear un once titular que pueda conseguir su pequeño trofeo particular: ganar en el Bernabéu.
Yo no sé si en esta ocasión se cumplirá la eterna profecía, pero de lo que sí estoy seguro es de que tanto Real Madrid como Barça llegan muy igualados
A falta de tan poco tiempo para el inicio del partido sería incapaz de atreverme a escribir una posible alineación del Barça. Si tuviéramos que atender al sentido común, ni Busquets ni Luis Suárez deberían ser titulares; uno porque sale de una lesión, y aparecer directamente en un partido con tanta exigencia puede ser muy negativo, y el otro porque por su larga inactividad tampoco ha adquirido esa chispa que solo te da la regularidad competitiva. También habría que tener en cuenta que actualmente el Barça tiene en sus filas al mejor 5 del mundo, Javier Mascherano, y no sé yo si sería muy recomendable cambiar el sistema del equipo o bien para jugar con dos medios de corte defensivo, o bien para sacrificar al argentino colocándolo como central, donde también rendiría a un gran nivel, aunque nunca sumaría tanto como posicionado en la medular.
A partir de ahora sólo nos queda disfrutar y saborear un espectáculo sin igual, capaz de paralizar casi un planeta y que sólo estas dos instituciones consiguen temporada tras temporada.
No me quería despedir sin dejar de hacer una pequeña reflexión: considero que Carlo Ancelotti es un hombre extremadamente inteligente, y si antes he dicho que no sería de sentido común alinear a Busquets o a Luis Suárez, tampoco lo sería por su parte poner como titular a Sergio Ramos, que llega recién salido de una delicada lesión de sóleo y que ocupa el puesto tan trascendental de central. Puede que le salga bien, pero me parecería una temeridad y una irresponsabilidad que hoy lo alinease como titular.
Jose Rodríguez
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