La fase de clasificación está llegando al ocaso y los ocho grupos están terminando de configurarse para dilucidar quienes serán los dieciséis equipos que disputarán los octavos de final.
En el duelo que protagonizaron México y Croacia, los de Miguel Herrera fueron muy superiores a los balcánicos, para sorpresa de muchos. Tuvieron el control del juego en todo momento y prácticamente no dieron opción a los croatas. De alguna manera, los chicos de Niko Kobach decepcionaron durante el partido, porque no superaron las expectativas que había puestas en torno a ellos, en parte por la gran solidez mexicana, que demostró un saber hacer en el campo, con las ideas claras y con mucho oficio en todo momento. Lo más destacable fue el nivel que dio el káiser Rafa Márquez, que a sus 35 años ofreció un rendimiento altísimo y fue pieza clave en la superioridad frente a los croatas.
Por su parte, Brasil disfrutó de un paseo triunfal contra una Camerún destrozada por los acontecimientos internos de la propia selección. El 4-1 acabó siendo anecdótico en un partido donde, al menos, los africanos no perdieron la cara al encuentro en ningún momento.
España también cumplió expediente ante Australia y se despidió de la cita mundialista con una victoria que, aunque no modifica la imagen y la decepción, no acaba con la vitola de dejar el casillero con cero puntos.
Y en el duelo más interesante de la jornada, Holanda no tuvo mayores problemas para doblegar a Chile por 2-0. El maestro Van Gaal siempre ha estado en el punto de mira de las críticas, pero la única realidad es que ha demostrado, allí donde ha estado, que sabe lo que se trae entre manos. De forma discreta Holanda termina líder de un grupo en el que a priori muchos la daban por muerta, y ahora nadie en su sano juicio quisiera enfrentarse a la Naranja Mecánica.
Con todo esto ya tenemos dos preciosos choques de octavos de final: un durísimo Holanda frente a México, que presumiblemente tendrá mucho fútbol que ofrecer, y un duelo a cara de perro entre brasileños y chilenos, no apto para cardíacos.
Jose Rodríguez
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