Corría el año 1982, Manolo Cáceres era un ciudadano normal, un aficionado de la Selección española que empezó a acudir a los partidos de su amado equipo. Eso sí, animando como un fiera, el bombo le acompañaba a todas partes, todos los campos del mundo donde ha jugado la Selección lo han sufrido, por algo es el bombo de España.
Con el paso de los años, Manolo se ha convertido en el aficionado español más famoso y querido por todos. A su nombre, se le ha añadido ‘el del bombo’, y como ‘Manolo el del bombo’ es conocido en el mundo entero. Anécdotas tiene para aburrir, le han llegado hasta a confundir con Vicente del Bosque, como le ocurrió en Guinea Ecuatorial al bajar del avión. Y es que tantos Mundiales, Eurocopas y amistosos a sus espaldas dan para mucho.
Su indumentaria reglamentaria es totalmente roja, más el cachirulo, la boina y por supuesto el sempiterno bombo. A veces también lo acompaña una charanga, y entre sus golpes al bombo y la música de la charanga, en todos los campos se hace notar la afición de la Roja.
En el Mundial de Sudáfrica la enfermedad le impidió estar en todos los partidos, pero la final no se la perdió. Imposible que Manolo se perdiera ese partido, aunque hubiera estado medio muerto y en lugar de tocar el bombo tuvieran que haber puesto un disco con el ‘pum, pum, pum’.
Y es que al grito de ‘Eh-pa-ña, pam pam pam, Eh-pa-ña…pam pam pam’ (importante, hay que cambiar las eses por haches aspiradas) Manolo ha animado y va a seguir animando a la Selección española hasta el final, si hace falta desde el otro barrio también. ¡Grande Manolo!
FÚTBOLSELECCIÓN no publica comentarios ofensivos ni de mal gusto.