El nombre de Jorge Alberto González Barillas nos dice poco, pero si se acompaña de ‘Mágico González’ la cosa cambia. Y es que, para muchos, Mágico González ha sido uno de los mejores jugadores de fútbol, eso sí, peculiar como pocos.
Si ‘Mágico’ hubiera nacido en Brasil o Argentina, seguro que estaríamos hablando de una figura mundialmente conocida, uno de esos jugadores que todos los clubes europeos pretenden fichar y que llena portadas de periódicos a diario, pero nació en El Salvador y jugó en el Cádiz (entre otros equipos).
Tenía fama de ser un poco holgazán y dormilón; además le gustaba mucho (qué digo mucho, muchísimo…) la fiesta, y era un fumador empedernido. Sin embargo, cuando salía al campo olvidaba todo eso y su clase como futbolista se imponía. En el Cádiz jugó ocho temporadas y se convirtió en uno de los más grandes jugadores que han pasado por el equipo y en un ídolo de la afición.
“Reconozco que no soy un santo, que me gusta la noche y que las ganas de juerga no me las quita ni mi madre. Sé que soy un irresponsable y un mal profesional, y puede que esté desaprovechando la oportunidad de mi vida. Lo sé, pero tengo una tontería en el coco: no me gusta tomarme el fútbol como un trabajo. Si lo hiciera no sería yo. Sólo juego por divertirme.”
Quizá ese carácter le impidió llegar más lejos en el mundo del fútbol. Ha tenido numerosos admiradores, algunos de la talla de Diego Armando Maradona, que dijo de él: “Después de ver los enganches que les pegaba a los españoles, realmente era único. Si uno quería imitar al Mágico, no podía. Nosotros queríamos… decíamos: ¿viste el gol que hizo el Mágico?; si queríamos tirar el enganche, nos desgarrábamos todos.”
Tal vez tuvo una vida futbolística parecida a la del astro argentino, y por eso se admiraban tanto.
Un personaje como ‘Mágico González’, grande dentro y fuera del campo, tiene infinidad de anécdotas en su vida.
Participó en el partido entre El Salvador y Hungría que significó la mayor goleada producida en un Mundial; su Selección perdió por 10-1.
En un Trofeo Ramón de Carranza, ‘Mágico’ se durmió y llegó tarde al partido. Se disputaba contra el FC Barcelona y cuando ‘Mágico’ llegó al campo en el descanso, su equipo perdía por 0-3. En 45 minutos consiguió dos goles y dio dos asistencias para terminar 4-3.
Estuvo a punto de fichar por el FC Barcelona, equipo con el que hizo una gira en 1984 por EEUU. Su carácter, falta de compromiso y actitud frustraron su fichaje. Además otra anécdota (tiene tantas…) le hizo sumar más puntos en contra: durante la gira por EEUU, en uno de los hoteles de concentración se disparó la alarma de incendios y todo el hotel fue evacuado. ¿Todo? No, un irreductible quedó dentro en su habitación como si nada hubiera pasado. Era ‘Mágico’, que estaba ‘concentrado’ con una señorita.
Fumador empedernido, su entrenador en el Cádiz, David Vidal, rememoraba una anécdota ya clásica: «Mágico González fumaba, y un día le dije: Jorge, si no le das más de 20 toques a un paquete de tabaco, lo dejas, y si no, te dejaré yo en paz… Le dio más de 20 toques y yo tuve que dar media vuelta e irme».
Dicen que pudo llegar a ser uno de los más grandes y que su personalidad se lo impidió… Pero, y lo bien que lo pasó, ¿qué?
Sin duda uno de los grandes, ‘Mágico González’, dentro y fuera del campo.
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